La marihuana como puerta de salida
- 23/03/2024
- Dispensarios
Vivimos sumidos en una realidad en la que, contradictoriamente, se impulsa la narrativa de que la marihuana es una puerta de entrada a las drogas, a la vez que somos testigos de cómo miles de usuarios han logrado dejar todo tipo de sustancias gracias al uso del Cannabis. Drogas ilegales, opioides y drogas farmacológicas, hasta sustancias legales pero nocivas para la salud como lo son el tabaco y el alcohol, en múltiples ocasiones, logran ser dejados o reducidos con éxito a través del uso de productos cannábicos. Ya es hora de reconocer el potencial de la marihuana como una sustancia que puede ayudar a salir de la adicción, en lugar de asumir ciegamente que lleva a la adicción.
UNA DROGA DE SALIDA, NO DE ENTRADA
A lo largo de años de contacto con usuarios de productos cannábicos por medio de nuestra asociación y también a nivel personal, ha sido posible ser testigos de cómo la mayoría de los problemas que los usuarios tienen con relación al Cannabis, derivan del prejuicio generalizado que hay sobre su uso.
La preocupación de que otros en un ámbito laboral o familiar sepan sobre nuestro uso de Cannabis y nos juzguen o discriminen debido a esto, es a veces una gran causa de ansiedad, e incluso desesperación, especialmente para usuarios que lo necesitan por motivos de salud o para tener una mejor calidad de vida.
Este temor, incrementado por la incertidumbre que provoca la ausencia de una regulación que proteja los derechos de los usuarios de Cannabis, lleva a que muchas personas que padecen de dolor crónico debido a múltiples patologías se priven de hacer uso medicinal de marihuana y, en su lugar, consuman productos químicos que les producen efectos secundarios y que tienen a menudo menor efectividad. En lugar de ver a las asociaciones de Cannabis como lugares dañinos, se debe saber que un buen porcentaje de los usuarios de las asociaciones cannábicas con orientación medicinal y recreativa son adultos y personas mayores, que utilizan productos cannábicos para el control del dolor, la inflamación y otras condiciones crónicas. Muchos incluso ya llegan con su certificado de uso medicinal. A pesar de sufrir múltiples patologías, todos los usuarios medicinales y una buena parte de los recreativos tienen algo en común: llegaron al consumo exclusivo de marihuana después, y no antes, de haber optado por consumir otras sustancias que resultaron nocivas para su salud.
Kama Kush es una potente variedad que contiene CBD y THC en proporción 2:1, una combinación muy recomendada para el tratamiento del dolor y la inflamación.
‘MEDICINAL’ NO QUIERE DECIR ‘CBD’
Las propiedades medicinales de la marihuana abarcan todos sus cannabinoides como conjunto. En la actualidad somos conscientes del llamado ‘efecto séquito’ por el cual los cannabinoides actúan más efectivamente juntos y no como sustancias aisladas. El hecho de que algunos cannabinoides puedan tener un efecto psicoactivo, en determinadas proporciones, no anula su efecto medicinal.
¿Por qué la psicoactividad de la marihuana debe necesariamente ser percibida como una propiedad negativa? ¿Por qué no se critica en este aspecto a las drogas farmacológicas que producen psicoactividad como efecto secundario? Las plantas psicoactivas han sido utilizadas, documentadas desde mediados del siglo XX, para tratar la adicción a los opioides y al alcohol dentro de comunidades nativas, al igual que como método de terapia alternativo. Las propiedades psicoactivas de algunas plantas, incluida la marihuana, son algo que podría incluso ayudar en ciertas prácticas de psicoterapia.
Todos los pacientes que acuden a la asociación buscando productos cannábicos para el tratamiento del dolor, lo hacen después de haber probado todo tipo de productos comerciales con CBD y constatar que sólo CBD no es suficiente en su caso, y que se sienten mucho mejor cuando consumen todos lo cannabinoides de la planta. O, por ejemplo, hay pacientes que deben evitar el CBD, pero necesitan THC. Por lo cual sus únicos medios de acceso a productos cannábicos con alto contenido de cannabinoides, incluido el THC, para manejar sus condiciones crónicas, resultan ser las asociaciones cannábicas o la elaboración casera.