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Asma

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EL EFECTO BRONCODILATADOR DEL CANNABIS


Existe evidencia sobre el uso de cannabis como tratamiento para el asma desde la década del 70 [1,2]. En cuanto a datos de estudios preclínicos, hay evidencia que sugiere un papel del sistema endocannabinoide en la regulación del tono del músculo liso bronquial [3]. Mientras que estudios en animales con cannabinoides clásicos y sintéticos sugieren un posible rol de estos compuestos en el tratamiento del asma [4-6].

En la década de 1970, los primeros estudios clínicos demostraron una disminución significativa de la resistencia de las vías aéreas y un incremento en la conductancia de vías respiratorias en específico (en hombres sanos  fumadores habituales de cannabis), poco después de fumar cannabis [1,7]. Este efecto se ha atribuido en gran medida a las propiedades broncodilatadores del THC [8].

Sin embargo, para los asmáticos, los beneficios de fumar cannabis es probable que sean mínimos. Si bien fumar cannabis parece disminuir los broncoespasmos, aumentar la broncodilatación y mejorar modestamente la función respiratoria en algunos asmáticos[9-11], el humo del cannabis contiene gases nocivos y partículas que irritan y dañan el sistema respiratorio [8]; Por lo que fumar no es una terapia viable para el asma. Sin embargo, se han estudiado métodos de administración  de THC alternativos, por aerosol o administración oral. Dosis de 100 y 200 mg de Δ9-THC en aerosol mejoró significativamente la función ventilatoria en los asmáticos y fueron generalmente bien toleradas [12,13]. En otro estudio, dosis de 5-20 mg de  Δ9-THC en aerosol aumentó rápida y eficazmente la conductancia de las vías respiratorias en sujetos sanos, pero, produjo broncodilatación o broncoconstricción en asmáticos [14].

Por otra parte la administración oral de 10 mg Δ9-THC o 2 mg nabilona (cannabinoide sintético) no produjo broncodilatación clínicamente significativa en pacientes con obstrucción de las vías respiratorias reversible [2,15,16].

En un  estudio reciente publicado en 2014, investigadores hallaron que que el THC y otros cannabinoides sintéticos bloquean las contracciones musculares en tejidos aislados de bronqueos humanos, causadas ​​por una molécula de señalización llamada acetilcolina mediante la activación de los receptores CB1, lo que podría explicar el efecto broncodilatador producido por fumar marihuana [17].

Si bien, la marihuana fumada, puede no ser útil para el tratamiento periódico del asma, debido al efecto irritante del humo y los posibles efectos psicoactivos. La administración oral, o por medio de vaporizadores serían las alternativas para su uso terapéutico. También, los cannabinoides pueden ser de utilidad por su acción inmunomoduladora, interviniendo la naturaleza inflamatoria de la enfermedad. Lo que representa una nueva y prometedora vía de tratamiento.

Actualmente se están desarrollando derivados sintéticos hidrosolubles de cannabinoides (ya que los fitocannabinoides son liposolubes) para favorecer su administración en forma de aerosol. No obstante, aún no se evalúa su eficacia clínica.

FISIOPATOLOGÍA DEL CANNABIS Y EL ASMA


 

OPTA POR VAPORIZAR

El cannabis tiene el potencial de aliviar los síntomas experimentados por los pacientes de asma, independientemente del método de consumo. Sin embargo, esto no significa que todos estos métodos sean igual de eficaces. Tampoco significa que usar cualquiera de los menos aptos para el asma sea completamente inofensivo.

Fumar cannabis sigue siendo una opción, pero dependiendo de la gravedad de la enfermedad, puede empeorar una crisis relacionada con el asma ya existente, o incluso provocar una. Por otra parte, los productos comestibles, debido a ciertas variables como el tiempo, tardan más en liberar sus efectos y se pueden utilizar como tratamiento a largo plazo, pero no serían lo bastante fiables en caso de un ataque. Esta es la razón por la que cuando se trata de un tratamiento de emergencia, vaporizar es sin duda la mejor opción para el cannabis y el asma. No sólo la liberación de los cannabinoides en el cuerpo es casi perfecta, sino que los riesgos para los pulmones se reducen completamente al mínimo.

Por supuesto, fumar cannabis no es perjudicial para el cuerpo humano normal sano. Sin embargo, si eres asmático, tienes que estar atento a todo lo que pueda deteriorar la calidad de los elementos químicos que entren en tu sistema respiratorio.

No hace falta decir que la calidad del vaporizador es muy importante, incluso si se utiliza únicamente con fines recreativos. En pocas palabras, un vaporizador mal fabricado, o no adaptado, no vaporiza correctamente, por ejemplo, combustionando la sustancia utilizada en lugar de vaporizarla, lo que hace que toda la experiencia resulte bastante inútil.

Y, por supuesto, si usas un vaporizador de este tipo en el contexto de una enfermedad respiratoria, podría llegar a ser un obstáculo más que una fuente de alivio.

Comprar artículos en forma de bolígrafo puede resultar tentador por razones de portabilidad. Sin embargo, cuanto más pequeño sea el vaporizador, más posibilidades hay de que los elementos básicos rindan poco o simplemente estén ausentes.

En base a esta afirmación, los vaporizadores de mesa suelen proporcionar un rendimiento satisfactorio. Sin embargo, hay vaporizadores portátiles que también pueden resultar de gran utilidad.