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Síntomas psiquiátricos
Síntomas psiquiátricos
Síntomas psiquiátricos
EL CBD COMO ANTIPSICÓTICO
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 51 millones de personas en todo el mundo sufren trastorno bipolar y casi la misma cantidad padecen esquizofrenia. Los medicamentos antipsicóticos disponibles actualmente en el mercado para tratar este tipo de padecimientos pueden tener una serie de efectos secundarios graves, desde mareos y vómitos hasta depresión, insomnio o pensamientos suicidas.
Al tomar estos medicamentos antipsicóticos, el usuario debe tener en cuenta sus efectos secundarios adversos. En este sentido, hay personas que han comenzado a pensar en el cannabis medicinal como terapia alternativa para tratar sus padecimientos.
El cannabis medicinal suele utilizarse para aliviar la ansiedad y la depresión, así como para ayudar a las personas a lidiar con los cambios de humor severos provocados por el trastorno bipolar. Sin embargo, varios estudios han demostrado que un aumento en el consumo de productos con alto contenido de THC y cannabis (especialmente a una edad más temprana) también puede aumentar el riesgo de que los individuos desarrollen una enfermedad psicótica como esquizofrenia, paranoia o trastorno bipolar. Esto se debe a la psicoactividad del THC. En este sentido, algunas investigaciones sugieren que esto solo es evidente en personas que están genéticamente predispuestas a estos trastornos.
Desde 1982 se han llevado a cabo investigaciones sobre los efectos antipsicóticos del cannabidiol, la otra molécula más importante en el cannabis. Se descubrió que el THC se une increíblemente bien con el receptor CB1 dentro del sistema endocannabinoide en nuestros cuerpos, mientras que el CBD no lo hace.
En resumen, el THC activa los receptores CB1 al imitar a la Anandamida y el CBD impide que el THC actúe de esta manera. Es decir, no se suprime el receptor CB1, simplemente regula el efecto del THC sobre él. Los resultados de algunos de estos estudios indican claramente que el CBD se comporta en estudios preclínicos y clínicos como antipsicótico atípico, mejorando los síntomas psicóticos en dosis que no alteran la función motora. REFERENCIAS
Los trastornos afectivos, o psicosis afectivas, se incluyen, junto a la esquizofrenia, dentro del grupo de las psicosis. La psicosis es una enfermedad mental que altera gravemente la personalidad y la relación con la realidad. Va acompañada de alucinaciones, sensación de desasosiego y estados graves de ansiedad. A menudo, los afectados piensan que no padecen la enfermedad sino, más bien, que el trastorno es producido por causas externas.
Entre las psicosis afectivas figuran la depresión endógena y la psicosis maníaco-depresiva, también llamada trastorno bipolar.
La depresión endógena no tiene, al contrario que la depresión reactiva, ninguna causa aparente. Se provoca, por así decirlo, desde dentro, y afecta seriamente a los sentimientos, al pensamiento y a la conducta de la persona afectada. Los síntomas de la depresión son la apatía, las pocas ganas de vivir, la tristeza, los sentimientos de culpabilidad, la falta de concentración, la pérdida de apetito, el letargo y el cansancio crónico, o incluso el insomnio. Frecuentemente, a esto se le añaden molestias físicas, como dolores de cabeza o trastornos intestinales. Algunos pacientes me han asegurado que los productos derivados del cannabis les han ayudado con las depresiones endógenas. Sin embargo, es difícil valorar las ventajas en el caso de estas depresiones porque, hasta ahora, no se han llevado a cabo estudios al respecto.
Un buen número de afectados por los trastornos bipolares afirman haber tenido experiencias positivas. Las psicosis bipolares también reciben el nombre de psicosis maníaco-depresivas o depresiones maníacas. En este tipo de trastornos se alternan las fases de depresiones endógenas con las fases de psicosis maníaco-depresivas. La manía se caracteriza por la exaltación emocional, la hiperactividad, los pensamientos grandiosos, por un sentimiento de invencibilidad, por la falta de concentración y por la rapidez al pensar y al hablar. En una publicación científica del año 1998 se presentan informes sobre casos de pacientes que pudieron tratar su manía o su depresión -o ambas- con ayuda del cannabis (Grinspoon, 1998). Algunos emplearon cannabis además de litio (medicamento habitual en los casos de trastornos bipolares), pudiendo reducir la dosis de éste y los efectos secundarios que conlleva.
Según algunos estudios, el consumo de cannabis empeora la evolución de la psicosis esquizofrénica, aunque muchos pacientes que padecen esta enfermedad afirmen que el cannabis tiene efectos positivos. A largo plazo, las recaídas se dan con mayor frecuencia. Así pues, no se deberían emplear los productos derivados del cannabis para esta enfermedad.